jueves, 11 de diciembre de 2014

El impacto de la Gran Depresión y la industrialización basada en la sustitución de importaciones

Un informe de la Liga de las Naciones demostró que Chile fue el país más golpeado por la Gran Depresión. Tomando como referencia el promedio de los años 1927-1929, la situación económica en 1932 era la siguiente: el PGB cae en un 38,3%; el nivel de exportaciones e importaciones se reduce en 78,3% y 83,5%, respectivamente. Esto condujo al brusco abandono de la estrategia orientada a la exportación de recursos naturales. Ello no obedeció a una motivación ideológica, sino que fue una imposición de la naturaleza y gravedad de los problemas económicos generados por la Gran Depresión: seguir apoyándose en las exportaciones como el sector líder que mantuviera en movimiento la economía nacional, no era ya posible. El efecto perjudicial de los shocks externos evidenciaba cuán vulnerable era la economía chilena. 


La racionalidad de la ISI es la siguiente: se comienza con la producción de bienes de uso final (etapa fácil); luego, a través de los eslabonamientos hacia atrás se incorpora la producción de insumos industriales, para finalizar con la producción de maquinaria y bienes de capital (etapa difícil de la ISI).


Durante la década de 1940, la tasa anual de crecimiento de la industria fue de 4,4%, magnitud levemente superior a la del período 1908-1925. Durante 1950-1970, esta tasa se elevó al 5,6%. La estrategia de ISI aumentó la importancia de la industria manufacturera en la economía chilena; su participación en el PGB, que era de alrededor de 13% en 1925, subió a más de 25% hacia 1970. Sin embargo, el ritmo global de crecimiento del PGB se consideraba insatisfactorio. Mientras para toda América Latina el crecimiento de la productividad total durante 1930-1973 fue de 1%-1,5% al año, en Chile fue inferior a 1%. Durante los años 60, se empezó a criticar la estrategia de ISI. Había signos generalizados de ineficiencia en la industria nacional. La ISI no había logrado independizar a la economía interna del sector externo.

El coeficiente de importaciones de la economía chilena se redujo en comparación con el de antes de la Gran Depresión, pero hubo también un cambio importante en la estructura de esas importaciones, que pasaron a estar dominadas por los insumos intermedios necesarios para mantener en marcha la producción, y por las importaciones de bienes de capital, que pasaron a ser cruciales para el crecimiento. El sector industrial no fue eficiente en el uso de los recursos económicos, generó relativamente poco empleo y no produjo suficientes bienes básicos (a precios bajos) para satisfacer las necesidades de la mayor parte de la población chilena. Es difícil encontrar razones para explicar por qué, después de cuarenta años de ISI, la siempre incipiente industria chilena nunca llegaba a madurar. Como resultado de este fracaso, los consumidores nacionales tenían que pagar precios más altos por productos industriales de más baja calidad.


Adaptado de: Meller, Patricio.
Un Siglo de Economía Política Chilena (1890-1990). 1998

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